
Oscuridad,
deseo añorado por muchos,
odiado por otros.
Dulce, como la flor
más bella;
del jardín Edén.
Amarga, como la gota
prima del más
amargo líquido.
Capaz de derretir
el más fuerte metal,
capaz de encender
una llama en el más
inhóspito y helado paraje.
Dueña de lo existente,
reina del espacio,
del tiempo.
Extiendes tus manos,
pétalos de algodón,
suaves y frescos,
brisa del descanso.
Cierras nuestros ojos,
calmas nuestro sufrimiento;
creas ese punto de luz
capaz de suprimir nuestros
pecados.
Ama de la vida,
del vacío que deja
nuestra inexistente alma.
Capaz de destrozar él
más humilde pasado,
creadora del futuro.
Nuestras vidas, fluyen
para llegar a tus puertas
donde rendirte alabanzas.
sólo es necesario una
mirada tuya,
un susurro.
Señora de los recuerdos,
recuerdos olvidados;
perdidos en el mar de
nuestra mente.
Nuestra memoria.
Perdona mis injurias,
¡Oh señora mía!
Oscuridad. Anonimo.
La oscuridad puede representar muchos significados, siempre depende de quien la mire, basandose en los sentimientos que pueda encerrar quien la siente.
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